jueves, 24 de octubre de 2013

Bienvenidos a la casa de Gran Hermano

Ahora sí, ahora esto sí que es surrealista. Solamente faltan las cámaras. Mientras realizamos las que ya están siendo las últimas actividades, como cocinar para los niños del orfanato, realizar el YouthPass o los últimos actos para promocionar el festival, ha empezado a revolucionarse todo. 


Imaginaros una casa con 19 personas que llevan casi un mes conviviendo las 24 horas. Sin cámaras y sin encierro total, sí, pero tal cual la famosa casa de Guadalix. Ahora bien, he aquí el parte de cotilleo de esta semana:

· Georgia sigue por su cuenta. Los cuatro hacen todo solos, salvo las actividades marcadas por el programa. Y misteriosamente ha surgido una amistad de la nada con Rumanía y se fueron ayer a Burgas a pasar el día juntos. La cara del resto al enterarnos fue épica. 

· Turquía me tiene algo dividida. Con las chicas no termino de cuajar. Una es seria, no le gusta salir ni siquiera a tomar algo. La otra está enamorada de sí misma y es algo inmadura, pero quitando eso es simpática. No sé cómo cuajan entre ellas, imagino que será porque no hablan apenas inglés y entre ellas sí se entienden. El lado de los chicos es distinto. Ambos son sociables y me caen bien, pero tampoco cuadran mucho conmigo. 

· Con Italia no tengo problemas. Mi compañera de habitación es la mejor. He tenido muchísima suerte. Si me llega a tocar dormir con Georgia... ¡no respondo de mí! Que sí, que hay que ser tolerantes y todo eso, pero cuando lo intentas desde hace tres semanas y no se dejan, pues como que te desmotivas y pasas del tema un poco. Así que en general con los italianos muy bien, sin queja alguna.

 Yo, futura ganadora de GHS (Gran Hermano Shore/Sliven)...

Ahora bien, ¿pensáis que las parejas no iban a traer quebraderos de cabeza? Pues pasen y lean:

· M (de Italia) y B (de Turquía) van viento en popa. ¿El problema? B tiene pareja en Turquía y M lo sabe. Así que imagino que esto terminará con un adiós el día 30 y si te he visto no me acuerdo. 

· F (de Italia) y S (de Italia) llevaban unas dos semanas teniendo algo, pero ambos sabían que simplemente querían pasarlo bien este mes y ser amigos.El problema es que hace un par de días S se ha liado con A (de Letonia). A y F tienen una gran amistad desde hace ya tiempo y esto ahora la hace peligrar. S, por su parte, no tiene cargos de conciencia y es feliz.

· Y lo más gordo es que la que era LA pareja de este SVE, ya no existe. A (de Italia) y H (de Turquía) han pasado de ser inseparables a ni mirarse. ¿Por qué? Porque H decidió de un día para otro que le gusta otra  persona, D (de Italia).

¿Y yo por qué sé todo esto? Pues porque esta semana parece ser que todo el mundo confía en mí y no seré nominada. Quién sabe, igual hasta gano el concurso...

En fin, quitando esto, han sido unos días buenos para mí, salvo cuando el martes tuve fiebre y deliré un poco en cama. Por fin he subido a Karandila.

 Erica, Mario, Débora, Stefano, yo, Manuela, Burak y Federico

El esfuerzo valió la pena, pero aún quedaba bajar...

Erica y yo deseando llegar a la cima

ANDANDO. Subí y bajé andando porque el telesilla no funcionaba. Vaya suicidio... Ahora tengo unas agujetas increíbles y mañana tenemos que volver a bailar en el festival... ¡Deseadme suerte! 

martes, 22 de octubre de 2013

Los días raros

Finalmente, el pasado viernes y sábado decidimos posponer la visita al Mar Negro y doce de nosotros nos marchamos a Plovdiv (todos menos los georgianos). Fueron dos días intensos en los que prácticamente viví en McDonalds (ojos en forma de corazón cuando lo vi en la calle principal). Plovdiv no tiene nada especial, es una ciudad grande (la segunda de Bulgaria), pero 700.000 habitantes no es nada realmente. Tiene una zona vieja bonita, un mirador rodeado de ruinas romanas y tiendas que valen la pena (no como las de Sliven, que aquí comprarse alguna prenda bonita, es casi imposible).

El viernes empezó con un trayecto en autobús de tres horas bastante molesto, dado que nos vendieron billete a los doce, pero sólo había cinco asientos libres. Así que, una fiesta porque varios fueron de pie. Una vez en Plovdiv, fuimos al hostal (bastante mejor que el de Veliko Tarnovo y casi el mismo precio), donde teníamos reservada una habitación con seis literas. Fuimos a comer (ya sabéis a donde) y luego pateamos toooda la tarde. 

Plovdiv nos recibió con un tiempo casi veraniego

Anfiteatro en la zona vieja de la ciudad

Otoño en Plovdiv, con Stefano y Francesca

Haciendo el tonto en la calle principal...

Después de cenar (ya sabéis donde), descansamos un rato en el hotel y nos fuimos al Central Perk. ¡Sí, el bar homenaje a Friends! Francesca y yo parecíamos dos niñas pequeñas y concordamos en que era lo mejor de Plovdiv... Los camarerxs con el delantal de la serie, la señal de 'Service' de la serie, media canoa decorativa en honor a Joey y Chandler, el sofá de la serie, el escenario del 'Smelly cat' (título que además era la clave wifi del local... ♥). En definitiva, un bar para muchos, pero EL bar para muchos otros.

Menú de bebidas

EL sofá (con Francesca y Erica)

El capítulo de la canoa es insuperable

Boda de Chandler y Mónica ♥

Creo que nunca olvidaré esta serie

La mañana del sábado, visitamos el parque de la ciudad y tras comer, nos dedicamos a comprar souvenirs o cosas de las que no estábamos tan seguros el día anterior. Lo más problemático fue el viaje de vuelta. Probamos con autostop (algo que era difícil que funcionara dado que éramos muchos). Fue divertido, pero no dio resultado. Eso implicó que fuéramos a la estación de tren al tren de las 19 horas, que por supuesto, no existía. Así que todo derivó en que tuvimos que coger el mismo tren infernal que cogí yo mi primer día a las 23.20. Menos mal que esta vez no estaba sola :_)

Momento autostop

 Vuelta a casa en el tren hotel del infierno

El domingo por la mañana tuvimos una actividad en una escuela. A parte de nosotros hacer cosas para los niños, luego tuvimos la oportunidad de acudir a otros talleres y clases de idiomas. Entre otras cosas, me vestí con el traje típico búlgaro, algo que nunca pensé que haría.

Clases de italiano en el festival escolar

 Stéfano y yo, búlgaros desde la cuna...

Por la tarde, habíamos pensado en subir a Karandila, las montañas de Sliven, pero estábamos demasiado cansados, así que lo pospusimos para el lunes. Lunes en el que diez minutos antes de marchar apareció mi amiga, la señora, diciendo que nos preparáramos para ir a repetir el flashmob y repartir flyers. Así que lo cambiamos para esta mañana, pero hemos tenido que posponerlo otra vez porque ha venido a decirnos también a última hora, que debemos ir dentro de un par de horas a la Youth House y después a una escuela a bailar de nuevo.

Ay, esta señora. Se está ganando mi odio a pulso. No es que no me gusten las actividades que hacemos. Al contrario, me encantan, me encanta el proyecto. El problema es que nunca avisa de nada con antelación y luego lo quiere todo siempre para ya. Como por ejemplo el Youth Pass, que ahora hay que tenerlo listo para el jueves a primera hora... y ninguno de nosotros lo hemos empezado, lógicamente. Es absurdo hacer el certificado de competencias adquiridas antes de que tenga lugar el Festival, que es el punto clave y el objetivo de este SVE. 

Son los días raros por eso, porque hacemos planes de algo y nos los deshacen poco antes de llevarlos a cabo. No es que quiera volver a casa. A veces sí, tengo morriña, pero a terra é a terra e ninguén aquí entenderá iso. Simplemente me fastidia que un proyecto tan bonito como este lo esté empañando su máxima responsable a causa de su vagancia e incompetencia. 

Así que venga, a pensar en esta semana. En una posible subida a Karandila en los próximos días. En un Festival que tendrá lugar ya este viernes. En un fin de semana en el que queremos viajar a Burgas, Varna y Nessebar, si los horarios de tren y bus nos lo permiten. 

Lo que no quiero es pensar en la fiesta de despedida del 29, pero es un poco inevitable porque está ya ahí, a nada. El mes ha volado entre cervezas, viajes, actividades, risas. Un mes inolvidable en el que aún me queda mucho por sumar.

jueves, 17 de octubre de 2013

Cazzo! Che freddo!

El fin de semana pasado fue completito, a pesar de habernos quedado en Sliven y no viajar. El viernes fiesta y el sábado cumpleaños de Agnese, yendo ambos días a Tangra, una discoteca cerquita del hotel. La pena es no haber salido todos juntos, pues los georgianos siempre se quedan en el hotel o van por ahí solos.

Mario, yo, Angelica, Debora, Erica, Stefano, Francesca, Federico

A pesar de esto, en el local hacían cosas como poner reggaeton y después Bon Jovi...

Francesca y yo en la que ya es la pose más repetida de este SVE

Stefano en el escenario de Tangra, tras ganar un concurso 

El domingo no había muchas ganas de levantarse, pero decidimos participar en la búsqueda del tesoro que organizaba otra organización de la ciudad. Los pocos que conseguimos despertarnos dimos vueltas por la ciudad, pero no conseguimos llegar a la montaña, que era el objetivo final. De todas formas, fue divertido. 

  Stefano consultando el mapa de la caza del tesoro

La tarde del domingo fue tranquila y libre. Comimos palachinka, tomamos algo y arreglamos el mundo. Por la noche, tuvimos que ensayar por enésima vez el flashmob, porque el lunes era el gran día. 

Y lo fue. Tres veces hicimos el flashmob, aunque mi gran amiga (la señora) olvidó mandar los flyers a imprimir y tuvimos que promocionar el festival con un cartel hecho a mano a última hora. Para algunos igual no significó nada, pero para mí, haber sido capaz de formar parte de algo así ha siginificado mucho, porque el pánico escénico es lo que tiene... 

Ahora mismo no dispongo de ninguno de los videos, pero cuando lo haga lo compartiré con vosotros :)

Mientras tanto, el mes va pasando. El juego del amigo invisible que empezamos el primer día está en auge. Todo el mundo quiere descubrir quién es el suyo antes de que acabe el mes, y yo no sé los demás, pero yo estoy perdidísima y no sé quién es el mío. Estuve pensando que Humeyra, ¡pero no estoy segura! Y sé que Delia, a quien yo le dejo cosas, tampoco sospecha de mí. Así que esto promete. 

 Débora se encontró esto en la puerta de su habitación... 

El lunes fue el cumple de Delia y cenamos todos en su piso. Pasta italiana (cortesía de Francesca) y ensalada rumana (parecida a la ensaladilla rusa). Noche tranquila, con un par de juegos y poco más. 

El martes nos tocó cocinar: era la noche italiana y española. Obviamente, ellos lo tenían más fácil, dado que son 7 personas, pero el resultado final fue buenísimo. De entrantes pinchos de tortilla de patata (cuatro tortillas para 22 personas) y pinchos de fuet y chorizo. De plato principal, lasaña, que estaba riquísima. Y de postres tiramisú (una pena que fuera de café :___ ). Para terminar la noche, música folclórica italiana (como Raffaella Carrá) y española (como no, Macarena y Aserejé).

Ayer por la mañana nos llevaron a ver una actuación de canto, baile y música típicas de Bulgaria. Y después, visitamos uno de los orfanatos en los que se centra la labor del SVE de Delia, Francesca y Angelica. 

 En esta foto no salgo porque yo era la fotógrafa :(

Por la tarde, tuvimos la evaluación intermedia del SVE. Nos dieron las pautas para elaborar el YouthPass (para los que no lo sabéis, es el certificado oficial que una persona recibe cuando participa en alguna acción del programa europeo Juventud En Acción - como SVE, training courses...). 

¿Y cuál es el plan de hoy? Pues por la mañana, íbamos a ir al museo, pero como el tiempo no acompaña, nos hemos quedado en el hotel elaborando un póster para promocionar el SVE y subiendo material a la web de la Youth House. 

Respecto a las parejas, dos de ellas creo que van viento en popa. Turquía ha conquistado Italia, así que veremos qué va pasando. Ah, y este fin de semana nos vamos al Mar Negro, ¡así que no contéis conmigo!  

sábado, 12 de octubre de 2013

Love is in the air

Puede que este SVE dure tan sólo un mes, pero estoy segura de que cambiará la vida de muchos. Estos días han sido bastante relajados. Paseos, visitas al supermercado, tardes en terrazas gracias al buen tiempo... Aunque también hemos tenido actividades, por supuesto. 

Hemos hecho un flyer con fotografías de todos que se va a repartir por la ciudad para promocionar el festival. Hemos practicado para el primer flashmob (que también es promoción) que tendremos que realizar en la calle principal el lunes que viene. Bailaremos una canción de High School Musical. Le hemos cambiado parte del baile, pero el estribillo es el mismo que en la película. Fuera vergüenza, ¿no?

Una mañana, "Mario" y yo fuimos voluntariamente a participar en una actividad de difusión con Angelica, Francesca y Delia. Básicamente, tuvimos que repartir folletos delante del ayuntamiento vestidos como vendedores de comida rápida. La verdad, es que uno no ha sabido lo que es una mirada de desprecio hasta que hace esto... 

Materiales para repartir

Vendedores de comida rápida

El martes por la mañana tuvimos un encuentro en el ayuntamiento con el alcalde. Y por la noche fue la cena búlgara. Fuimos a un restaurante de un hotel de verdad (no como el nuestro, que en fin, cada día da más pena), comimos comida típica y una pareja bailó a ritmo de una especie de gaita (que debe ser un instrumento típico de aquí). Habría sido una noche normal de no ser porque había barra libre de vino, y claro...
Encuentro en el ayuntamiento

Stefano, Burak, Francesca, "Mario", yo, Delia y Angelica

El jueves nos llevaron de excursión todo el día. En teoría, íbamos a ir a Étara nada más, pero al final nos llevaron a cuatro sitios distintos. No tengo muy claro si me quedo con Tryavna, pueblecito de cuento con mucho encanto; o con el último lugar, que no recuerdo el nombre, pero me encantó porque me recordó a Galicia.
Tryavna, pequeña, acogedora y de cuento

Molinos en Étara

Stefano en una especie de fin del mundo

Alguno os estaréis preguntando por qué el título de esta entrada. Lo sé. Tranquilos, mi nuevo amor es la 'palachinka'. No sé cómo he podido vivir sin comer eso. ♥♥♥♥ Pero alguna otra historia empieza a surgir en este pequeño Gran Hermano. Ayer, primero por la tarde desaparecieron uno de los turcos con una de las italianas. Y después, por la noche, otras dos parejas. Una para mí estaba clarísima, pero respecto a la otra no salgo de mi asombro. 

¡Probadla ya!

No sé si fue magia, los chupitos de tequila o la cerveza, pero la noche de ayer (estoy esperando a que me den noticias) fue épica. Seguro. Y hoy, caza del tesoro por Sliven y cumple de Agnese, la letona. Not bad!

lunes, 7 de octubre de 2013

Primera semana superada

Sliven ya me ha enamorado y todo gracias a que es, sobre todo, acogedora. Y la gente es la que más ha ayudado. Mi compañera de cuarto, Érica, es italiana y tiene 21 años. Es graciosa y, como diríamos en la tierra de la morriña, "muy riquiña". Creo que no pude haber tenido más suerte. 

La semana pasada empezamos las actividades con juegos para romper el hielo, aprendernos todos los nombres e irnos conociendo poco a poco. Personalmente, estos juegos que van de hacer el ridículo no me gustan mucho, pero que remedio que formar parte de ellos. 

Juego con un ovillo de lana respresentando la unión del grupo

También hicimos cosas para dar a conocer mejor los países participantes en el proyecto: Bulgaria (país de acogida), Georgia, España, Italia, Turquía y, aunque no forme parte del proyecto, Rumanía, porque Delia vino con nosotros a las actividades.
Cosas que pusieron de España (muchas no me representan)

Presentación de Turquía, cortesía de Bürak y Humeyra

Pero lo más difícil para todos (aunque también divertido) son las clases de búlgaro. Cada tarde, durante dos horas, hemos ido (y seguiremos) aprendiendo esta lengua de alfabeto cirílico y fonemas imposibles. Creo que quedará genial en el currículum cuando vuelva jajaja

Y no todo ha sido trabajar, obviamente. A partir de las 5, nuestras tarde son libres y hemos ido de compras, paseado por el parque, bebido cerveza... El día a día no es nada difícil y la verdad es que me siento como en casa. Si nos limpiaran la habitación, ya sería brutal, porque llevamos aquí una semana y NUNCA han pasado una simple aspiradora. En fin, Bulgaria es así. Los buses urbanos todavía van con electricidad, se duchan en el suelo del baño y no saben sellar las ventanas para que no entre el frío.

El fin de semana fue especial y nos fuimos los 14 del proyecto más Angélica y Francesca a Veliko Turnovo, antigua capital del país. Es una ciudad preciosa, con mucho encanto, graffitis por las calles y un enorme castillo. Nuestro hostal era muy rural y la habitación de 10 personas, así que compartimos camas. 

Foto de grupo en Veliko Turnovo (Débora, Francesca, yo, Angélica, 
Érica, Bürak, Huseyin "Mario" y Manuela)

Una vez más, pude comprobar como viajar en un grupo tan grande es imposible. Georgia va totalmente a su bola. Khvicha, el chico, es tímido y apenas habla inglés y las tres chicas son como una piña, porque ya se conocían de antes. Es complicado entablar amistad con ellas. La verdad es que sólo se te acercan para sacarse fotos. De verdad, se fotografían con todo lo existente. 

En cambio, con Italia y Turquía la relación es fantástica. Cuántos más italianos conozco más ganas tengo de visitar el país. Y Turquía, al contrario de lo que muchos piensan, no son tan diferentes a nosotros. 

Quizá la persona a la que le estoy cogiendo más cariño es a Angélica. Es todo corazón y eso se nota. Y además, como soy la única española y ella la única que habla español, pues ahí se refuerzan lazos. 

Ahora, esta semana seguiremos aprendiendo búlgaro y comenzarán las distintas actividades para promocionar el festival del dían 26. Incluso algunos de nosotros tendremos que ir a la radio y a la tele para promocionarlo... 

A 3500 km, pero apoyando al Dépor como siempre.
 
¿Echo de menos España? No. Aquí estoy muy a gusto y cada día me alegro más de haber elegido formar parte de esta experiencia.  Mantengo el contacto con amigos, novio, familia e incluso perro. En serio, nada supera una llamada de Skype con mi perro mirando a la cámara ♥.

miércoles, 2 de octubre de 2013

C'é vento!

Ayer fue el día del viento. Tras levantarme, ducharme y arreglar la habitación, bajé comer y apareció por fin un voluntario de mi proyecto. Hussein es turco, tiene 26 años y ha estudiado cine. Me cayó bien al instante. Comimos juntos y luego lo llevé a enseñarle la calle principal donde se hace vida en Sliven. A las dos, nos encontramos con Delia, Angélica y Francesca enfrente al museo para ayudarles en una actividad de su proyecto de voluntariado. 

Durante una hora, los cinco ayudamos a varios niños de un orfanato con problemas de discapacidad en una actividad hecha con plastilina. Es una trabajo reconfortante. No te entienden y no les entiendes, pero su risa y su sonrisa lo dice todo. 

Luego los acompañamos al orfanato y fuimos a la Youth House, nuestra organización de acogida del SVE. Allí estaba mi amiga, la señora que no apareció a buscarme, que nos explicó un poco lo que iremos haciendo estos días y que a las 10.30 teníamos que ir a buscar a tres italianos de mi proyecto a la estación de bus. Aquí apareció Doygu, otra voluntaria turca. Poco a poco ya íbamos formando grupo. 

Tras ir Hussein y yo al súper, cada uno se fue a su habitación hasta las 18.30, cuando nos fuimos a un concierto, al que también se unió Agnese pero no Delia. La verdad es que estamos teniendo suerte, porque Angélica me dijo que normalmente en Sliven no hay tantas actividades. 

Concierto en el la galería de arte

Luego cenamos, fuimos al piso de las italianas a hacer tiempo hasta que nos tocara ir a la estación de buses, donde ¡sorpresa!: fuimos a esperar a nadie, porque los tres italianos habían llegado antes y se fueron al hotel en taxi. Un punto más para esta señora... Así que me reencontré con Stefano y conocí a las otras dos italianas (Débora y Manuela ).

Y hoy pues no sé qué nos tendrá preparado el día, pero ya han llegado dos italianos más: Federico y Érica, ¡mi compañera de habitación!

martes, 1 de octubre de 2013

Mi primer día en Sliven

Fue genial, inmejorable. Después de comer, tres voluntarias pasaron a buscarme. Angélica y Francesca, italianas, llevan aquí ya cuatro meses y les quedan 8 más. Y en su mismo proyecto, Delia, de Rumanía, que llegó hace dos días y está por ahora tan perdida como yo. 

Juntas, fuimos primero a un espectáculo que mezclaba mimos y payasos. Y después, a un teatro donde una chica hizo un show genial con un muñeco, mezclando ventriloquía con teatro muy expresivo. Ambas cosas fueron en búlgaro, pero me fui enterando. Al salir conocí a Agnese, voluntaria de Letonia que lleva aquí cuatro meses y le quedan tan sólo dos.


Tras esto, vine al hotel a cenar, hablar un poco por Skype y a las siete y media Agnese pasó a buscarme para ir a ver un espectáculo de fuego en la calle, en el que participaban las italianas. 

De seguido, hubo unos pinchos con pasteles, galletas y bebida, y nos marchamos a que Angelica y Francesca cenasen (un panpizza enorme por 2 leva, es decir, 1€).Y como broche del día,  tomamos algo en un pub mientras hablábamos de todo un poco. 

Fue un día perfecto, sobre todo la noche si la comparamos con la del día anterior. Las chicas son muy majas. Francesca y Agnese son serie-adictas, como yo. Además, Agnese también es periodista, le encantan los deportes y su grupo favorito de música son también los Foo Fighters. Angélica hizo un Eramus en Jaén, está enamorada de la lengua española y le encantan los sombreros. Delia es muy tranquila, no le gusta mucho salir y eso, pero desprende dulzura y encanto. 

Sí, definitivamente, fue un gran día, en el que he aprendí qué:

- Por el día, Sliven es siniestro, tiene su encanto y se puede recorrer entera muy rápido
- Todo en Bulgaria me va a parece siempre baratísimo
- Aquí la cerveza viene en botella de medio litro y suele costar 2'50 leva (1'25€)
- La tienda 'Euroland' y yo creo que vamos a ser muy amigas

Mañana por la noche, llegan varios voluntarios italianos de mi proyecto. El resto no sé cuando llegarán. Espero que todo siga tan bien como hasta ahora. Y sin más os dejo, que hoy acompañaré a las italianas en su trabajo SVE y por la noche, ¡toca concierto! :)